Por el respeto de la legalidad urbanística, de costas y medioambiental.
La Ley de Costas se promulgó por el desastre urbanístico y de costas que había en La Manga en 1988. A día de hoy, sigue habiendo esqueletos en primera línea, hay dificultades para acceder a las playas en la parte del Mar Menor en la Manga, etc. Creemos que ha llegado el momento de exigir que se cumpla y aplique la legalidad.